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Hace unos días, Marcos de Pedro, presidente de myCloudDoor, nos decía en el evento que se celebró con Microsoft que uno de los elementos que está cambiando este mundo es el Cloud. “Cualquier compañía que quiera ser ágil y sobrevivir tiene que utilizarlo”, recalcaba. Y ahora, aquí, añadimos que tan importante es lanzarse al Cloud como saber elegirlo. Analizamos las principales tipologías de nube: pública, privada o híbrida.
Según tipología y necesidades
La nube privada se caracteriza principalmente porque es de acceso exclusivo por parte de una empresa, dicho de otro modo, es cuando el proveedor realiza la implementación y administración del sistema para la entidad que forma parte de ella. Las nubes privadas están en una infraestructura local manejada por un solo cliente que las controla. Son propietarios del servidor, red y disco y pueden decidir qué usuarios están autorizados a utilizar la infraestructura. Como inconveniente se encuentra la inversión inicial en infraestructura física, sistemas de virtualización, ancho de banda y seguridad, lo que llevará a su vez a pérdida de escalabilidad y desescalabilidad de las plataformas, sin olvidar el gasto de mantenimiento que requiere. Esta alta inversión supondrá un retorno más lento de la inversión. Las empresas que suelen optar por esta opción son aquellas que tienen un alto nivel de complejidad y necesitan centralizar sus recursos. El sistema que destaca este servicio es Openstack, una solución OpenSource.
La nube pública es cuando el proveedor proporciona sus recursos de forma abierta a todas las entidades que lo deseen, desde particulares a grandes corporaciones. La gran ventaja es la capacidad de procesamiento y almacenamiento sin instalar máquinas localmente, por lo que no tiene una inversión inicial o gasto de mantenimiento en este sentido, si no que se paga por el uso. La carga operacional y la seguridad de los datos (backup, accesibilidad, etc.) recae íntegramente sobre el proveedor del hardware y software.
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La nube híbrida es la opción intermedia, la componen las dos anteriores, donde una parte de los servicios y la información se ofrece de manera pública y otra de manera privada. En función de los picos de carga o para determinadas tareas, ésta se conecta a servicios públicos con los que completar su ecosistema tecnológico. En una nube híbrida, los datos y las aplicaciones pueden moverse entre nubes privadas y públicas para obtener más flexibilidad y opciones de implementación. En cuanto a la rentabilidad, gracias a la posibilidad de escalar a la nube pública, solo se pagará por la capacidad informática adicional cuando sea necesaria.
Expertos en migración de soluciones SAP en Azure
En myCloudDoor ofrecemos distintos servicios de migración: pública e híbrida, somos expertos en migrar tus soluciones SAP on-premises a Microsoft Azure, combinando lo mejor de ambos mundos. Con nuestra herramienta, myCloudInstant, ofrecemos despliegues ágiles de soluciones SAP sobre Microsoft Azure en cuestión de minutos, lo que supone una gestión eficiente y optimización de recursos. Y con respecto a esto último, “la optimización de costes, no basta con el dimensionamiento adecuado, también se necesita minimizar el tiempo de la operación, así como gestionar y auditar los recursos adecuadamente”, uno de los puntos fuertes de myCloudInstant, explica el Global CTO de myCloudDoor, José Antonio Hernández.
Por tanto, ¿qué opción encaja más en tu empresa? Si tienes dudas, puedes preguntarnos sin problema.